Episodio 11

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¡Aviso de spoilers!

Este artículo incluye información detallada de la trama (spoilers) que quizá no quieras saber si no has llegado a esa parte de la historia. ¡No digas que no te lo advertimos!

Qué pasó un día en la Ciudad del Castillo (とある日の城下町での出来事, Toaru Hi no Jōkamachi de no Dekigoto) es el episodio número 11 de Black Clover perteneciente al Arco de la Unión a los Caballeros Mágicos. Fue emitido por primera vez el 12 de diciembre de 2017.

Sinopsis[]

Asta, Magna y Noelle regresan a la base de los Toros Negros luego de haber derrotado a Heath Grice. Luego de contarle su aventura a Yami, el capitán expresa estar orgulloso de que hayan protegido a los aldeanos, lamentando la muerte de Seihi. Luego de que Magna le explica a Asta el saludo de las órdenes aparece un portal de magia de espacio de Finral por el cual aparece junto a Vanessa, quienes regresaban de visitar al forense. Sin embargo, los efectos del Funeral de Hielo no dejaron mucha información que pudiera ser útil.

Su conversación sobre los delincuentes es interrumpida cuando aparece el anti-pájaro que acompaña a Asta. Este intenta atacarlo con su espada, a lo que Noelle responde intentando defenderlo con su magia y se desencadena una batalla dentro de la base de los Toros Negros. Su alboroto destruye algunas partes del castillo, lo que enfurece a Yami y los hace parar luego de hacer un enorme agujero en una de las paredes.

Luego de decidir que el forense se ocupe de las investigaciones, Yami cuenta que el Rey Mago reconoció su trabajo y les otorgó una estrella dorada para la orden. Vanessa le explica a Asta que estas las entrega el Rey Mago por hacer un buen servicio, denotando prestigio entre las órdenes. Amanecer Dorado cuenta en ese momento con setenta estrellas; por su parte, los Toros Negros tienen, después de sumar la estrella que consiguieron Asta, Noelle y Magna, la cantidad de treinta estrellas negativas.

Yami les entrega después su pago del mes. Asta queda impactado por la cantidad, aunque esta misma no impresiona para nada a Noelle. Charmy se emociona y planea gastar el dinero en comida; Luck intenta ofrecerle dinero a Yami para pelear; y Gauche planea comprarle ropa a su hermana Marie. El capitán les avisa que tendrían libre el siguiente día; Gordon murmura queriendo que salieran todos juntos a alguna parte, pero nadie lo escucha.

Luego de que todos se marchan, Vanessa pregunta en qué gastarán su dinero. El plan de Asta es enviarlo todo a la iglesia, lo cual Magna elogia; Magna planea enviar dinero a alguna aldea también, pero antes pretende multiplicarlo mediante apuestas. Vanessa le sugiere guardar una parte para él, pero cuando escucha que Asta no sabe en qué gastarlo los invita a ir de compras a la ciudad del castillo en su día libre.

En la noche, Asta escribe una carta para enviarle a la hermana Lily en Hage contándole de lo bien que se siente en la orden de caballería. Le cuenta cómo Magna lo usó para probar la puntería de su magia de fuego hacia una manzana en la cabeza de Asta que termina prendiendo fuego en su cabello. Exagera también cómo fueron reconocidos por el Rey Mago, asegurando que en un mes se convertirá en el Rey Mago. Asta está orgulloso de su carta, y está seguro que hará llorar de la alegría a Lily.

Al día siguiente, Vanessa lleva a Asta y Noelle en su escoba. Mientras conversan, Asta intenta sujetarse de la cintura de Noelle para no caerse, y ella instintivamente lo empuja haciendo que caiga. Cuando llegan a Kikka, la ciudad del castillo, Asta está emocionado por lo impresionante que es mientras recuerda la primera vez que estuvo ahí antes del examen de ingreso a los caballeros mágicos y recordando también a su familia en Hage.

Mientras caminan, ven a Gauche pasar en su escoba mientras carga un enorme montón de ropa para su hermana. Después escuchan la voz de Charmy, a quien encuentran en un restaurante compitiendo con el chef del lugar. Ven también a Finral invitando a comer a una mujer desconocida acompañada por sus hermanos, a quienes confunde por sus hijos.

Mientras caminan, Asta no puede evitar seguir emocionándose por todo lo que ve y no sabe en qué gastar. Mientras caminan escuchan cómo hablan en voz baja al verlos pasar con el manto de los Toros Negros, y reconocen a Vanesa con el apodo de la bruja bebedora. Más tarde, Vanessa cuenta haber comprado hierbas medicinales y pomada antídoto, que es a lo que iba a la ciudad; habiendo cumplido su tarea, los lleva a un callejón. Luego de caminar un poco y llegar al final del callejón, Asta y Noelle se sorprenden al verla atravesar la pared; de esta manera llegan al mercado negro.

« Puede ser peligroso, pero tienen todo tipo de artículos mágicos ».
~ Vanessa describiendo el mercado negro.

Vanessa le cuenta a Noelle que el motivo de llevarlos ahí es, en parte, porque podrían encontrar una herramienta que la ayude a controlar su magia. En uno de los callejones, Asta nota mucha gente reunida; Vanessa les dice que ese lugar no es para novatos como ellos, y segundos después escuchan la voz de Magna, que se dirige a ese lugar para apostar.

En uno de los negocios del mercado negro se ve a Sekke perdiendo en un juego de cartas contra una mujer de edad avanzada. Entonces se marcha desanimado, y mientras camina por los callejones se encuentra con Vanessa y Noelle, quienes llaman su atención. Noelle se prueba un accesorio que presuntamente podría ayudarle a controlar mejor su magia, y al hacer una burbuja de agua esta se descontrola y golpea a Sekke.

Ignorando el golpe, Sekke intenta impresionarlas en un intento desesperado por ligar pero es ignorado por ambas. Después se acerca Asta emocionado por un tipo de juguete que había comprado, y es cuando descubre que las Vanessa y Noelle son Toros Negros, igual que Asta. En su mente lo culpa también por haber terminado en la orden de la Mantis Verde.

En otro de los callejones del mercado negro, la mujer contra la que Sekke había perdido jugando a las cartas camina cargando una bolsa de dinero en sus brazos, lo que provoca que un ladrón pase corriendo llevándose su dinero. Asta corre en respuesta a su pedido de auxilio para perseguir al ladrón.